Es una situación que ocurre con frecuencia en las farmacias. Cliente que ha adquirido un medicamento, casi siempre sin receta, y que acude a devolverlo porque ha constatado que tiene suficiente en su casa o, sencillamente, porque se ha equivocado al adquirirlo. Hay veces que el paciente no comprende la razón por la que no le devuelven el dinero si el fármaco está precintado.
La Ley 29/2006 en su artículo 2.6 prohíbe la devolución de cualquier medicamento aunque esté cerrado. Hay que garantizar la seguridad. Desde el momento en el que sale de la farmacia no sabemos si se ha guardado bien. Esto ocurre con cualquier tipo de medicamentos, sobre todo con las vacunas inyectables de frigorífico y antibióticos. «Hay que ponerse en la piel del usuario. A nadie nos gustaría comprar un fármaco que antes ha estado al sol y que no pueda garantizar sus condiciones óptimas».

Entre las recomendaciones de conservación están las de evitar la exposición de los fármacos a temperaturas superiores a 25 grados, no guardar el botiquín ni en la cocina ni en el baño para evitar la humedad, y conservar todas las pastillas en el blister hasta que se vayan tomando.
CÓMO CONSERVAR LOS MEDICAMENTOS:
- Guardarlos a menos de 25 grados
- El botiquín no debe estar ni en la cocina ni en el baño, para evitar el calor y la humedad
- Conservar las pastillas en el blister hasta consumirlas
- Evitar dejarlos al alcance de los niños
- No guardarlos una vez caducados o concluido el tratamiento