¿Quieres saber que cepillo de dientes es mejor?
Cuántas veces me han hecho esta pregunta, madre mía. Pero no sólo pacientes, también amigos, conocidos, vecinos, familiares… Algunos, preocupados por si es mejor el cepillo eléctrico o el manual, otros, por si de verdad hay que cambiar el cepillo de dientes cada tres meses, y otros, que quieren ahorrarse unos eurillos comprando el cepillo de dientes en el súper.
Pues vamos a ir, punto por punto, tratando de responder a todas vuestras dudas, para que sepáis que cepillo dental es mejor, para vosotros y vuestra familia. Si algo no queda claro, ya sabéis que podéis escribirme y trataré de resolver vuestras dudas y ampliar la información que necesitéis en próximas entradas de este blog.
La pregunta del millón: ¿qué cepillo de dientes es el más eficaz?
¿Qué cepillo de dientes es mejor? ¿Es mejor el cepillo de dientes eléctrico que el manual?
Según los datos científicos de las últimas revisiones (resultado de los estudios clínicos de calidad, hechos en pacientes voluntarios que utilizaron el cepillo eléctrico o el manual evaluados un mínimo de 6 meses) el cepillo eléctrico es superior al manual en eficacia en la eliminación de la placa bacteriana.
Es decir, el cepillo eléctrico elimina más placa bacteriana que el cepillo manual. Ahora bien, si soy muy muy bueno con mi cepillado (dedico tiempo, tengo destreza, y me esmero mucho frente al espejo), puede ser que con el cepillo manual consiga resultados muy parecidos al cepillo eléctrico. Si eres de este grupo, puedes seguir utilizando tu cepillo manual. Pero para el resto de los mortales, los cepillos eléctricos van mejor.
Los cepillos eléctricos limpian mejor que los manuales por unas cuantas razones de peso:
- Son más pequeños, y llegan mejor a zonas de difícil acceso.
- Se mueven solos, y sólo tenemos que apoyarlos sobre el diente, y esperar.
- Su diseño les permite limpiar mejor entre lo dientes.
Seguramente, ahora os estaréis preguntando si todos los cepillos eléctrico son iguales. Porque estáis valorando adquirir uno o saber si el que tenéis en casa es el más adecuado.
Según los estudios, los mejores cepillos eléctricos son los contra-rotacionales, es decir, los que giran un poquito hacia un lado y hacia el otro, de cabezal redondo. A día de hoy, todavía los cepillos eléctricos sónicos (que se parecen mucho al cepillo manual pero vibran sus cerdas, no el cabezal entero) no han demostrado ser tan eficaces como los contra-rotacionales. También me gustaría puntualizar que es necesario que vuestro cepillo eléctrico sea recargable (a la red eléctrica, mediante enchufe), porque los que utilizan pilas no han demostrado ser muy fiables a medio plazo.
¿Cada cuánto tiempo debo cambiar el cepillo o el cabezal?
Los cepillos de dientes de buena calidad, ya sean eléctricos o manuales, están fabricados con cerdas de nylon con la punta redondeada. Con el uso (cada uno aplique aquí la ecuación de cuántas veces se cepilla al día, con cuánta intensidad, y con qué pasta de dientes) estas cerdas pierden su punta y se hacen más planas o, incluso, es toda la estructura de la cerda de nylon la que se deforma y se dobla. Es fácil de entender que, si utilizamos un cepillo con las cerdas desgastadas, el arrastre de las bacterias que se depositan sobre el diente va a ser menor que si utilizamos uno nuevo.
Según los estudios científicos, se ha visto que, en condiciones normales de uso, un cepillo, eléctrico o manual, empieza a perder facultades a partir de las 12 semanas, es decir, los tres meses. Por eso, se recomienda cambiar el cabezal del cepillo eléctrico o el cepillo manual cada tres meses, porque si no lo hacemos, no conseguiremos eficacia en nuestro cepillado, aunque usemos el mejor cepillo de dientes del mundo. Y recordad, que tres meses se pasan volando. Yo te recomiendo que lo cambies al principio de cada estación, como la hermosa película: primavera, verano, otoño, invierno y… primavera.
¿Puedo comprar mi cepillo de dientes en el súper?
Todos estamos sufriendo los efectos de la crisis económica, también tus dientes. Por favor, no los castigues con un cepillo de baja calidad. Ojo a las marcas blancas, mucho ojo. Está comprobado científicamente (como todo lo que recomendamos en este blog) que los cepillos de marca blanca tienen puntas menos redondeadas que los cepillos “de farmacia”. Invierte un poco más en tu cepillo de dientes (podrás ahorrar en la pasta de dientes, aunque este tema ya lo explicaremos en otro post) pues de él depende que hagas o no un buen cepillado, que seas eficaz, que elimines la placa bacteriana y, por tanto, que mejores la salud de tus dientes y encías.
Cuídate mucho, los dientes!